Cuando se trata de comprar un coche de segunda mano, uno de los factores más importantes que debes tener en cuenta es la cantidad de kilómetros recorridos y el uso que se le ha dado al vehículo.
En este artículo, te explicamos cuántos kilómetros son demasiados y qué señales debes observar para evitar una mala compra. Además, te damos consejos clave para detectar posibles fraudes y asegurar que la compra sea segura y confiable.
Un coche con 200.000 km puede parecer una buena ocasión si el precio es bajo, pero hay varios factores que debes considerar antes de tomar una decisión. Para muchos coches, 200.000 km es una cifra que puede asustar, especialmente cuando no se sabe qué tipo de mantenimiento ha recibido el vehículo ni si dispone del historial. En general, para los coches de gasolina usados, 200.000 kilómetros pueden ser mucho dependiendo de la marca y el modelo, por ejemplo para una Seat León pueden ser muchos , en cambio para un Mercedes CLK se puede considerar aceptable si se encuentra en buen estado de mantenimiento, en los coches diésel de segunda mano, dependiendo del mantenimiento, pueden soportar mejor este kilometraje.
200.000 km en los coches usados de gasolina son considerados un umbral alto. Este tipo de motor a partir de estos kilómetros tiende a mostrar signos de desgaste en piezas como el motor, la transmisión y el sistema de escape, la suspensión y los frenos . Por lo tanto, si te planteas comprar un coche con más de 200.000 km de gasolina, asegúrate de que tenga un historial de mantenimiento riguroso y que los kilómetros que marca el cuenta kilómetros sea real.
Los coches diésel de segunda mano suelen estar mejor preparados para resistir un alto kilometraje debido a la robustez de sus motores, por lo que un coche con 200.000 km podría seguir siendo una opción viable. Sin embargo, esto no significa que todos los coches diésel con 200.000 km estén en buenas condiciones. La clave está en conocer el historial del coche y si se ha mantenido de manera adecuada. Aun así, es recomendable revisar las condiciones del turbo, los inyectores y el sistema de escape, que son puntos débiles en coches con este kilometraje.
En general, lo recomendable en un coche de segunda mano debería ser entre 12.000 y 17.000 kilómetros por año para considerarse que ha tenido un uso razonable. Por ejemplo, un coche con 5 años de antigüedad y alrededor de 60.000 a 85.000 km se considera de uso moderado, en cambio un coche con más de 200.000 km, aunque esté bien mantenido, ya ha alcanzado un ciclo de vida en el que es probable que empiecen a surgir problemas de desgate en las piezas principales.
Kilometrajes superiores a 200.000 km son arriesgados tanto para coches de gasolina como coches diésel, a menos que el coche haya recibido un mantenimiento impecable. Además, hay que tener en cuenta otros factores como:
Para evitar un posible engaño con la manipulación del cuentakilómetros por parte del vendedor te dejamos algunas recomendaciones:
La mejor manera de asegurarte de que un coche de segunda mano es una buena compra es someterlo a una revisión exhaustiva. Aquí te dejamos una lista de algunos puntos clave que el mecánico o perito deberá revisar:
En definitiva comprar un coche de segunda mano con más de 200.000 km puede ser una opción barata que puede salir muy cara si no se cumplen ciertos requisitos como los expuestos. Si estás pensando en comprar un coche con más de 200.000 km ten en cuenta este artículo, también te animamos a leer El mercado de coches de segunda mano en España
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