El gran apagón que afectó ayer a España y Portugal ha puesto sobre la mesa una preocupación importante: ¿qué pasa con los coches eléctricos en situaciones como esta? En este artículo analizamos cómo un fallo eléctrico masivo puede impactar a los usuarios de coches 100% eléctricos, cómo podría influir en la decisión de compra a partir de ahora y qué consecuencias puede tener quedarte sin batería durante un viaje si no hay forma de recargar.
La respuesta es sencilla: si el coche ya está cargado, puedes seguir circulando normalmente. Sin embargo, si el vehículo se encuentra descargado o necesita recarga durante el apagón, te quedarás varado. A diferencia de los vehículos de combustión, que pueden repostar en gasolineras (si éstas tienen generadores de emergencia), un coche eléctrico depende por completo de una red de suministro eléctrico funcional.
Esto genera varios problemas potenciales:
El apagón podría hacer desistir a ciertos compradores potenciales de coches eléctricos. Hasta ahora, las dudas más frecuentes sobre el coche eléctrico giraban en torno a la autonomía y el precio. Ahora se suma una nueva preocupación: la vulnerabilidad ante fallos en el suministro eléctrico.
Muchos usuarios que valoraban la transición a la movilidad eléctrica podrían reconsiderar su decisión o, al menos, apostar por opciones híbridas que ofrezcan más seguridad ante este tipo de imprevistos.
Quedarte sin batería en carretera, sobre todo si no hay puntos de carga operativos, puede tener consecuencias graves:
La confianza en la infraestructura de carga es clave para el crecimiento del coche eléctrico. Situaciones como este apagón subrayan la necesidad de desarrollar sistemas de emergencia, generadores independientes y una red de carga más robusta que no dependa de una única fuente de energía.
Aunque el apagón generalizado es una situación excepcional, hay algunas medidas que los usuarios de coches eléctricos —y también fabricantes y gobiernos— pueden considerar para minimizar el riesgo:
1. Baterías portátiles o generadores auxiliares
Existen baterías externas de alta capacidad o generadores portátiles que permiten recargar parcialmente un coche eléctrico en situaciones de emergencia. Aunque su capacidad es limitada, pueden proporcionar los kilómetros necesarios para llegar a un punto de carga funcional o un refugio seguro.
2. Redes de carga con fuentes de energía independientes
Incentivar la instalación de puntos de recarga alimentados por energía solar o baterías de respaldo. Esto permitiría que algunos cargadores sigan funcionando incluso en caso de apagones en la red principal.
3. Sistema de aviso anticipado y gestión de batería
Integrar en los coches eléctricos sistemas que avisen al usuario si se detecta un apagón o caída de red en su zona, y recomienden conservar batería o dirigirse a estaciones operativas mientras todavía haya autonomía suficiente.
4. Vehículos eléctricos con función V2L (Vehicle-to-Load)
Algunos modelos ya permiten usar la batería del coche para alimentar otros dispositivos o incluso cargar otros coches. Esto abre la posibilidad de que un coche pueda asistir a otro en situaciones de emergencia.
5. Mejora de la infraestructura crítica
En paralelo, sería necesario reforzar la infraestructura de carga:
Espero haber dado un poco de luz a la situación, puedes saber más sobre coches 100% eléctricos o híbridos, sus diferencias así como las ventajas y desventajas de cada uno pinchando aquí.
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